Crespillos de borraja
De la borraja, una verdura que ahora se puede encontrar en muchos mercados, aunque no hace tanto que sólo se vendía en Aragón, se puede aprovechar todo. Aquí presentamos un dulce para tomar como postre tras la comida o también de merienda. Son los crespillos de borraja o crespells, nombre en catalán con el que se denominan en la comarca del Matarraña, donde nosotros nos encontramos.
Necesitaremos:
-Hojas de borraja
-Harina
-Agua
-Aceite de girasol
-Miel o azúcar
Modo de hacerlo
Para empezar la elaboración hay que quitarle a la borraja la hoja. Escojer hojas de tamaño memediano tirando a pequeño (tampoco muy pequeñas) y desechar las grandes hojas, pues son mucho más ásperas.
Después lavamos la hoja bien, la ponemos a secar sobre un paño y, entre tanto, elaboramos una pasta hecha a base de harina y agua en un bol o en un plato, en función de la cantidad de crespillos o crespells que queramos preparar. Hay que echar primero el agua, y después la harina hasta formar una masa ni muy líquida ni espesa. Hay que mojar la hoja en la masa. El espesor adecuado es aquel en el que la hoja queda completamente empapada de esta masa, pero necesariamente ha de poder escurrirse (en la imagen se apreciará mejor).
Mientras, colocar aceite de girasol en una sartén, y cuando esté suficientemente caliente echar los crespillos.
La hoja se ha de freir hasta que la masa de harina con la que hemos huntado el crespillo empieza a cambiar de color y empieza a tostarse.
Los crespillos se van emplatando.
Al final, cuando los tenemos todos hechos se cubren con miel.
Y a disfrutarlos!
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