Exposición en Madrid sobre ‘Abejas silvestres’
Imprescindibles en la naturaleza
Todo el mundo conoce la importancia de las abejas para la agricultura. Nuestros frutos secos necesitan de estos insectos para poder desarrollarse adecuadamente. Las nueces, avellanas y las almendras de todas las variedades disponibles crecen en el campo gracias al trabajo de estas pequeñas trabajadoras que polinizan la flor en torno a la primavera. Sin ellas la naturaleza no podría avanzar.

Es por este motivo que consideramos tan importante que se las proteja como también lo es que se de a conocer su relevancia para el mundo natural. Por este motivo, invitamos a todo el que lea esta entrada a que acuda a visitar la exposición fotográfica que esta semana se inauguró en el Real Jardín Botánico-CSIC de Madrid sobre ‘Abejas silvestres’, obra de Curro Molina y comisariada por la investigadora Monserrat Vilà, cuyo objetivo es comprender su ecología y concienciar a la ciudadanía de su necesaria protección.
La muestra se puede visitar hasta el 5 de junio en la sala Invernadero de los Bonsáis (de 10:00 a 20:30 horas todos los días de la semana) y está producida en el marco de la Ayuda a Equipos de Investigación Científica, Ecología y Biología de la Conservación ‘Abejorros’, que financia la Fundación BBVA, como detallan sus impulsores.
Así, a través de 20 fotografías de gran tamaño obra del fotógrafo Curro Molina se invita al espectador a descubrir algunas especies de abejas comunes en el entorno, al tiempo que se apela a la concienciación sobre el valor de las distintas especies de abejas para el mantenimiento de la biodiversidad.
La función de las abejas no solo es producir miel
«Mucha gente piensa que la función de las abejas es producir miel. Sin embargo, solo una especie la produce. Hay que visibilizar el valor incalculable que tienen las abejas: son necesarias para que las plantas produzcan frutos y semillas, no en las plantas silvestres, algunas de las cuales se muestran en esta exposición, sino también en las plantas que cultivamos y de las que nos alimentamos. La polinización por abejas es un servicio ambiental que no tiene precio», asegura Montserrat Vilà, científica de la Estación Biológica de Doñana (EBD/CSIC), y comisaria de la muestra.
Vilà es una ecóloga que estudia principalmente los factores biológicos y ambientales que determinan la presencia y el éxito de las plantas invasoras, así como sus impactos ecológicos y económicos. Y, añade, que estas especies, pese a su riqueza y protagonismo ambiental, están constantemente amenazadas por la presencia humana.
«Nuestro proyecto trata de cómo el uso de colmenas de abejas de la miel y de abejorros manejados para producir frutos fuera de temporada pueden afectar a la biodiversidad de abejas silvestres. Existe el riesgo de que las abejas se vean desplazadas por competencia, por hibridación o por transmisión de patógenos», recuerda la investigadora.
MÁS DE MIL ESPECIES DIFERENTES
España es una de las áreas con mayor diversidad de abejas de la cuenca mediterránea. Se han citado más de 1.100 especies diferentes con una variedad de morfologías, comportamientos y hábitos enorme. Sin embargo, las abejas silvestres siguen siendo unas grandes desconocidas a pesar de que en nuestras latitudes contribuyen a la polinización de más del 75% de las plantas silvestres y cultivadas.
Las abejas son las responsables de la producción de semillas y frutos secos de muchas plantas que se consumen, como, por ejemplo, almendras, judías, melocotones, fresas, calabacines o pimientos.
La mayoría de las especies de abejas son solitarias. Es decir, no forman colmenas ni enjambres ni tampoco producen miel como la famosa Apis mellifera. En la mayoría de especies, las hembras nidifican en pequeñas excavaciones construidas en el suelo o en la madera. Además, existen especies de multitud de tamaños, desde pocos milímetros hasta 3 centímetros de largo.