Motivos por los que comer frutos secos
Hay muchos motivos por las que hay que comer frutos secos, porque son saludables. Pero vamos a apuntar solamente algunas. Para empezar, porque sus grasas moninsaturadas y polinsaturadas se oxidan antes y permanecen durante tatas horas en el cuerpo. Además, el consumo de frutos secos sacia, se digieren más lentamente que otros alimentos que tienen la misma capacidad calórica.
Está comprobado que las dietas que incorporan frutos secos tienen menos abandono. Un estudio de 2013 promovido por el Instituto de Salud Carlos III y el Ministerio de Economía y Competitividad concluía que una dieta mediterránea tradicional suplementada con aceite de oliva virgen extra y frutos secos reduciría en un 30% la incidencia de complicaciones cardiovasculares mayores (muerte de causa cardiovascular, infarto de miocardio y accidente vascular cerebral).
Por otra parte, los frutos secos aportan cantidades extras de hierro, de potasio y de Vitamina E. Son una fuente concentrada de nutrientes y son un muy buen sustituto de los snacks poco saludables.
Para las mujeres embarazadas, son especialmente buenas las avellanas, las almendras o las nueces, por su mayor contenido en ácido fólico.