La oliva arbequina y sus aceites frescos reconocidos

La oliva arbequina y sus aceites frescos

La oliva arbequina y sus aceites frescos reconocidos

La oliva arbequina y sus aceites frescos reconocidos por el paladar que aprecia el zumo de oliva aromático. La arbequina es una variedad resistente al frío. El tamaño de su fruto es más pequeño si se compara con el de otras variedades de oliva, aunque su rendimiento de aceite de oliva es por tanto mayor. Principalmente, esta variedad está distribuida en la zona noreste de España, en Aragón y Cataluña, aunque últimamente también se ha plantado en Andalucía.

Las arbequina es muy apreciada por su sabor intenso. Entra en producción antes, considerándose el momento óptimo para su recolección en la segunda semana de diciembre. La cosecha puede prolongarse hasta mitad de enero.
El olivo arbequino es productivo y su fruto presenta un rendimiento graso que se sitúa en torno al 20,5 % de aceite. Es por ello una de las variedades de las que mayor porcentaje de aceite de oliva puede extraerse.
 

Aquí tiene uno de los mejores aceites auténticamente arbequinos:

Afrutados

Los aceites arbequinos son afrutados, frescos, con aromas a almendras y otras frutas. Amargan y pican muy poco, prácticamente sin astringencia. Son aceites suaves, ligeros, delicados, dulces, casi siempre almendrados y con un aroma a frutos maduros. Su color es tirando a verde y en los aceites extraídos en los principios de la campaña encontramos un ligero amargor debido al estado todavía falto de maduración de algunas de las aceitunas. Los aceites arbequinos son más delicados que los de otras variedades frente a la oxidación. Es por ello que en cuanto están envasado deben guardarse en lugares sin luz solar.

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