Los niños pueden consumir almendras a partir de los dos años
Todos sabemos que las almendras son ricas en proteínas, aportan energía, fibra y minerales. Son ideales para los niños, pero hay que procurar dárselas a los pequeños sólo a partir de los dos años, no antes.
Las almendras resultarán ideales para acompañar algunas meriendas, por ejemplo las que sean con yogur o con alguna fruta. Si les gusta y les habitúas tendrás una fuente de energía ideal para que el pequeño pase el día bien alimentado. Conseguirlo en el desayuno sería también ideal, pero si no es posible, porque los niños no suelen tener mucha hambre antes de irse al colegio, puedes probar a introducirlas en la mochila para que las consuman en los recreos. Mejor unos frutos secos y unas almendras que una magdalena industrial. Sin duda alguna.
Si se añaden a una papilla de fruta, por ejemplo, es importante que reblandezcas la almendra o que la introduzcas en ésta troceada. Esta opción vale también para cuando queremos introducirle los frutos secos en un yogur. Junto con el yogur las almendras serán ideales para facilitar la digestión del niño, ya que ambos, yogur y almendras, son ideales para luchar contra un posible estreñimiento de los pequeños.
Otra opción que se puede valorar es ese momento en el que el pequeño tiene hambre pero no es el momento de cenar o de comer todavía. Es mucho mejor dejarle probar unas cuantas almendras que sustituir ese picoteo por una galleta o unas patatas fritas.
Muchos nutrientes
Los frutos secos y en especial las almendras están llenos de nutrientes sanos para el niño. Aparte de ésto, son una importante fuente de energía, con minerales como el magnesio y con grasas mono y poliinsaturadas, que son las más adecuadas para la salud del ser humano. Estas grasas, además, regulan los niveles de colesterol y de triglicéridos y aportan antioxidantes. Además, su consumo desde la infancia contribuirá a reducir los riesgos a padecer diabetes e incluso algunos tipos de cáncer.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que no todos los frutos secos son los más adecuados para el consumo humano. Y, sobre todo, antes que nada hay que comprobar que los niños, sobre todo si tienen poca edad, no desarrollan ninguna alergia a los frutos secos. Si no la hay, vía libre para que los consuman. Y mucho mejor si las almendras se consumen en crudo que fritas, por ejemplo.
Los más saludables: castañas, avellanas y almendras
Aunque algunos frutos secos como los cacahuetes son los más consumidos en el mundo, éstos precisamente no son los más adecuados para la salud. Los más saludables con las castañas, las avellanas y las almendras. También los pistachos o las nueces.
Hay que buscar, con todo, el equilibrio. No atiborrarse de frutos secos, sino consumirlos bajo criterios de responsabilidad. Parece una obviedad, pero hay que seguir recordándolo. No es bueno abusar de ningún alimento, y tampoco del consumo de los frutos secos, porque una ingesta excesiva puede incrementar exponencialmente el consumo calórico y éste, según la actividad que estemos realizando, resulta innecesario.